martes, marzo 11

Mi historia con las manzanas y los frenos

Hace muchos años, -más de los que puedo recordar- me pusieron frenos. De hecho, toda mi vida he usado frenos. Desde los 6 años que comencé a ir con mi dentista, no ha habido un momento en que no hubiera traído fierros en mi boca y/o hubiera seguido en tratamiento. Se hicieron parte de mi condición de vida y aprendí a vivir con las limitaciones que conllevan. Desde que me pusieron los braces (en secundaria) tuve que vivir con dientes 90% limpios después del cepillado, tortura mensual después del ajuste, cientos de cortes internos en las mejillas y temor a que se me despegaran cuando comía churritos. Una vez ví en la tele uno de esos concursos en los que ponen manzanas en un bote con agua y debes agarrarla con la boca y pensé en que jamás podría ganar porque no podía morder manzanas. Luego, descubrí que no era que no pudiera morderlas, lo que pasaba era que se me encajaba la carnita en las encías y me dolía. Con el tiempo mi cerebro asoció que no me gustaban las manzanas al hecho de que no podía comerlas. No me las comía ni partiéndolas con cuchillo. Incluso me desagradaban en las ensaladas de frutas. Recientemente, mi tía me regaló una manzana cubierta de cajeta y chocolate, muuuuy rica, pero por el dulce! Ay y cómo batallé para comérmela (tuve que hacerlo en 2 sesiones en días separados). Y luego, me quitaron los braces (porque ya me los quitaron) y ahora la manzana es la mejor fruta para llevar de lonche y para los campamentos. Es práctica y muy rica. Ahora, muerdo como los demás y hago ruidito tronador. La manazana gala que me comí en la salida de campo a San Pedro estaba deliciosa, dulce y jugosita. Ahora soy fan de las manzanaas y espero que tú también, si no, que te pongan braces unos cuantos años.
Los frenos se habían hecho parte de mí. Pasé tantos años con ellos que podrían haberse fundido con mis dientes. Aparecen en cada una de las fotos que tengo desde la secundaria, incluso coprotagonizan mis fotos de la quinceañera. Me causó mucha emoción cuando el dentista comenzó a quitarlos y me dijo que era definitivo. Mis dientes se sienten suavecitos y se ven un poco amarillos. No están completamente parejitos pero a mí se me hacen bonitos. Nunca antes he recibido quejas (sin querer presumir), pero el galán dice que los besos están mejor. Por lo pronto, comenzaré a recuperar tiempo perdido: daré más besos y comeré más manzanas.

1 comentario:

Oscar Monrreal dijo...

"Ahora soy fan de las manzanaas y espero que tú también... "

Eso es taaaaan Mono!!!

and I luuuuuuuuuuv it, wanna c u without ur frenos!!!

=P

chaaaaaaaau!!!