martes, mayo 15

Eta bien....escribiré

Yo he adquirido mi cámara dos veces. La primera (y oficial) fue cuando mi mamá me acompañó a comprar una fujifilm de 4.1megapixles y zoom de 3x; desfafortunadamente (y creo que fue karma) me la sacaron de la bolsa de mi chamarra (con unas fotos de mi hermano y mi primo en boxers en una noche de marzo en una playa de Rosarito, quien sabe qué habrán hecho con ellas) en un conocido barezucho de Ensenada, que no cierra sino hasta a altas horas de la madrugada. La segunda, fue cuando Amy me entregó una Fujifilm de 5.1 megapixles y zoom de 3x unas cuantas semanas después del incidente en el bar. Hasta la fecha, mis papás creen que es la original, por eso a ambas cámaras las considero como una. El punto de todo esto es que he tomado algunas fotos dignas de presumir. La autora de la foto del atardecer rosa que aparece sobre mi perfil soy yo; además hay varias que creo que para ser una total aficionada, con una cámara de aficionada, quedaron bien. Cada foto me trae recuerdos, pero no recuerdos relacionados con el lugar o el momento en que la tomé...no. Son recuerdos que parecen haber sido colocados por alguien más, en un lugar muy remoto de mi memoria. Como si algo o alguien quisiera que yo contara la historia detrás de esa imagen, aún cuando yo no tengo nada que ver con la misma. La del atardecer me recuerda al momento en que una mujer se dio cuenta de lo afortunada que era de ser quien era y agradecía por cada momento vivido, por cada camino recorrido y por cada arruga en su rostro. Tenía como 48 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te creo. A mi me pasa de algun modo algo 'similar'. Me llegan versos de los que yo no soy autor, sino que parecieran haber sido escritos por alguien más y puestos adrede en los lugares por los que transito.

Anónimo dijo...

Memoria colectiva jóveness...