Había tenido problemas para escribirle algo al blog. Un día me encontré con mucho qué escribir y sin ánimos de hacerlo. Sentí algo de frustración porque las cosas no marchaban cómo me hubera gustado y luego me dí cuenta de que todo lo que tenía que decir revelaban demasiado de mí y por eso no quería compartirlo. Y me cuestioné cuál era el verdadero motivo por el cual comencé éste blog. No lo encontré.
xxx
Sé que me daría satisfacción saber que lo que escribo lo disfruta quien lo lee.
Sé que quienes leen mi blog son todos amigos o conocidos.
Sé que no es el tipo de blog que me propuse que sería.
Aún no sé qué tanto me hace falta él a mí.
xxx
Pensé en matarlo. Pero es que tiene tantas cosas y ha estado conmigo a través de tantos episodios. Sabe mucho de mí.
xxx
Ahora, he decdido que la forma en que compartiré lo mío ya no será a través de anécdotas.
xxx
Espero que cuando alguien lea, termine con una sonrisa, una reflexión, sacando a la luz un viejo recuerdo o decidiendo escribir algo también.
xxx
No, el blog no va a morir. Sólo su formato.